Hace dos años que acompaño a mi hermano en la crianza de sus tres hijas, ya que él quedó viudo y por razones de tiempos y distancias lo invité a vivir conmigo en mi casa para poder acompañar a las peques en su proceso. Tener dos peques (6 y 7años) y una adolescente de 12 años las 24hs del día, para mí era algo nuevo. Ya que no tengo hijos. Un día encontré a Nacho y empecé a escuchar e implementar sus ideas. Hoy no me siento frustrada, a ellas las veo entusiasmada (ya tienen 8, 9 y 14 años), tenemos muchos momentos de compañía mutua. Ver sus sonrisas es el premio más grande que se puede pedir. Gracias Nacho por acompañarme en este proceso de una crianza amorosa con tus talleres, tus sabias que, y tu gran amorosidad.

Aprendí a hablar de sentimientos, hablar sobre límites que dan confianza y seguridad, fortalecer la empatía, dándole autonomía, ayudando a gestionar sus propias emociones poniendo en palabras aquello que le está ocurriendo. Poder resolver una situación con respeto y afecto para mí fue lo positivo del curso y haberlo conocido a Nacho. Intento cada día ser mejor mamá. ¡Gracias Nacho!

Llegué a Nacho porque tenía interés en ser un padre más consciente en lo que respecta a la educación de mi hija, y creo que gracias a lo que él me enseñó, hoy en día soy más consciente y estoy mejor encaminado. Aprendí que mi prioridad no es educar a mi hija, sino educarme a mí mismo para "acompañar" a mi hija. Gracias Nacho por toda la información que con tanto esfuerzo y pasión supiste reunir para compartir con nosotros.