Descripción
Una herramienta íntima y poderosa para acompañar el proceso de sanar
El duelo no se supera: se atraviesa. Y en ese camino, a veces lo que más necesitamos es una pregunta que nos habilite a sentir, a recordar, a nombrar aquello que por dentro pesa demasiado.
Por eso nacieron estas 40 tarjetas de preguntas, creadas a partir de mi libro Los días que nunca fueron, un recorrido honesto sobre la ausencia, la memoria y la reconstrucción emocional.
Cada tarjeta está pensada para abrir un espacio de diálogo real: con uno mismo, en familia o en el consultorio terapéutico. Son preguntas que desbloquean, que suavizan, que permiten poner en palabras lo que el dolor suele silenciar. Funcionan como disparadores sensibles para acompañar a personas que están transitando un duelo —ya sea reciente o de larga data— y que necesitan una guía para empezar a moverse desde un lugar más humano y más contenido.
¿Para quiénes están pensadas?
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Familias que buscan una manera respetuosa y amorosa de hablar del duelo.
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Terapeutas que necesitan una herramienta clara, flexible y profunda para sus sesiones.
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Personas que desean explorar su propio proceso desde un lugar seguro y acompañado.
¿Qué encontrarás en estas tarjetas?
✔ Preguntas que invitan a la reflexión emocional.
✔ Disparadores narrativos para conectar con recuerdos significativos.
✔ Puntos de apoyo para trabajar emociones difíciles como la tristeza, la culpa o la añoranza.
✔ Dinámicas que facilitan conversaciones que muchas veces cuestan iniciar.
Estas tarjetas no prometen respuestas mágicas. Prometen algo más valioso: un puente.
Un puente para acercarte a tu historia, a tus vínculos, a tu dolor… y, sobre todo, a la posibilidad de volver a habitar la vida con un poco más de claridad y suavidad.
Perfectas para regalar, usar en el hogar o incorporar a tu práctica profesional.
Un recurso sencillo, profundo y humano para acompañar uno de los procesos más delicados de nuestra existencia.
